Jordi Teixidor, Valencia 1941

Sus pinturas representan una figura clave de la abstracción española, figura fronteriza o puente entre dos generaciones muy marcadas como pueden ser las personificadas por Torner, Rueda, José Guerrero o Hernández Pijuán y por los más jóvenes Sicilia, Broto y Barceló, quienes no aparecen por casualidad sino porque en ellos existió,
según palabras del propio Teixidor, una semilla en la abstracción.

Su obra se puede situar en un espacio limítrofe entre la geometría y el gesto, entre el orden y la sensibilidad personalizados en el color, la transparencia, la solidez y el equilibrio que, junto con la
geometría –entendida ésta como ente organizador del espacio–, son los elementos que utiliza el artista para articular su discurso estético.

En 1966 es nombrado conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoce al “Grupo de Cuenca” formado por Gustavo Torner, Fernando Zóbel y Gerardo Rueda, En estos años su obra es cercana al arte pop y hacia 1967 evoluciona hacia posturas minimalistas, entrando a formar parte del grupo Nueva Generación.

Su obra se puede encontrar en las colecciones del Guggenheim de Nueva York, MNCARS en Madrid, IVAM en Valencia, la Fundación Juan March, Colección Banco de España, Colección Stuveysant en Amsterdam, el Museo Patio Herreriano, CAAM de Las Palmas, el MOMA de San Francisco Colección Fontanals Cisneros o Miami.